El Colegio San Antonio conmemoró su 97° aniversario con una jornada llena de actividades y momentos inolvidables que reflejaron el espíritu franciscano que caracteriza a la institución. La celebración, que se llevó a cabo en un ambiente de respeto y paz, reunió a toda la comunidad en un día marcado por la belleza y la alegría.

El evento comenzó con una emotiva misa, donde todos los presentes dieron gracias por los años de fraternidad y solidaridad que han marcado la historia del colegio. A continuación, se realizaron diversas actividades recreativas y deportivas que promovieron la alegría, el sentido de compañerismo y el respeto. Las actividades incluyeron la divertida sillita musical y competencias de alianzas, donde los estudiantes demostraron su capacidad de trabajo en equipo y colaboración. La carrera de relevos y los partidos de fútbol por alianza destacaron el espíritu deportivo y la sana competencia, mientras que la trivia cultural puso a prueba los conocimientos y la creatividad de los participantes.

Uno de los momentos más esperados fue el Just Dance, donde todos disfrutaron de la música y los bailes, contagiando de alegría a toda la comunidad. El campeonato de ping pong reunió a los más hábiles en este deporte, mientras que el carnaval, con sus colores y disfraces, llenó de vida y diversión el patio de nuestro colegio. El acto de magia sorprendió a grandes y chicos, añadiendo un toque de fantasía al día. La música y los bailes fueron protagonistas en cada momento, reforzando los valores de fraternidad y solidaridad que son pilares en el proyecto de vida que el Colegio San Antonio promueve entre sus estudiantes.

La celebración del 97° aniversario del Colegio San Antonio no solo fue una fiesta de diversión y entretenimiento, sino también una oportunidad para reforzar los valores de respeto, paz, quererse a sí mismo y a los demás, que son esenciales para formar individuos comprometidos con su entorno y con los demás. Nuestra comunidad celebró su aniversario con una jornada inolvidable, donde la belleza del espíritu franciscano, la alegría y la fraternidad fueron las notas predominantes. Un día para recordar y valorar el camino recorrido, proyectando un futuro lleno de esperanza y solidaridad.