En el Colegio San Antonio, el nivel de kínder representa una etapa clave en la vida escolar de nuestros estudiantes. Tal como lo comparte Valeria Terraza Herrera, Coordinadora Académica del Ciclo Menor, “es en este curso donde los niños y niñas adquieren habilidades esenciales para desenvolverse en su vida escolar y social, construyendo una base sólida para su aprendizaje futuro”.

En kínder, los estudiantes comienzan a interactuar en un entorno grupal, donde aprenden a compartir, trabajar en equipo, resolver conflictos y expresar sus emociones de manera adecuada. Estas experiencias los preparan para formar relaciones saludables, fortaleciendo valores como la solidaridad, el compañerismo y la vivencia de la espiritualidad franciscana que nos inspira como comunidad educativa.

En lo académico, el aprendizaje se construye a partir de la exploración, el juego y la curiosidad, estimulando la mente y el corazón de los niños. Cuentos, canciones, juegos educativos y actividades de motricidad permiten desarrollar lenguaje, razonamiento lógico y creatividad, mientras aprenden a ser más independientes, a cuidar sus pertenencias y a confiar en sus propias capacidades.

Las educadoras cumplen un rol fundamental al acompañar este proceso, motivando a cada niño a descubrir sus talentos y potenciando la confianza en sí mismos. Así, en nuestro colegio, kínder no solo significa el inicio de la trayectoria escolar, sino también el comienzo de un camino en el que buscamos que cada estudiante viva plenamente nuestro lema: crecer en sabiduría y fraternidad.